Cómo preparar un buen mate







Preparar un buen mate es un arte. Si querés que dure, no se lave rápido y tenga buen sabor desde el primer sorbo, seguí estos pasos:


Elegí una buena yerba

La base del mate es la calidad de la yerba. Usá una yerba con estacionamiento natural y buen equilibrio entre hojas, palo y polvo.

Llená el mate hasta ¾ partes

Agregá la yerba sin presionar. Esto permite que haya espacio para inclinarla y formar la montañita.

Incliná el mate y formá la montañita

Tapá la boca del mate con la palma de la mano, agitalo suavemente en posición horizontal y luego incliná la yerba hacia un costado. Vas a ver que queda una pendiente: esa es la montañita.

Verté agua tibia en la base

En la parte más baja de la montañita (donde hay menos yerba), agregá un poco de agua a unos 40–50°C. Esperá unos segundos para que la yerba se hidrate. Esto activa los sabores sin quemarla.

Colocá la bombilla

Poné la bombilla donde mojaste, cuidando de no mover la yerba.

Cebá con agua a 70–80°C

Usá agua caliente pero no hirviendo. Cebá siempre en la parte húmeda, sin mojar toda la yerba de una. Así el mate dura más y no se lava rápido.